
Mi padre y yo saltamos a la orilla y sólo pudimos observar cómo se hundía. Yo saqué una foto para que mi padre recordara que tenía que hacerme caso y no meter excavadoras en el barro.
Estabamos bastante lejos de casa y decidimos pasar la noche en

Mientras tanto una tía desnuda se acercó a nosotros y nos preguntó si nos apetecían unos pastelitos de murciélago. Era curioso porque la mujer tenía la bandeja en la boca pegada, no la llevaba en las manos como todo el mundo. Me pareció muy práctico porque así podría llevar las cosas y a la vez tomar nota de lo que le pide la gente con las manos. Yo pedí un acuarius y mi padre un vodka y a los cinco minutos la mujer nos lo trajo.
No pude contener mi curiosidad, así que le pregunté como se había pegado eso en

Me cayó simpática la mujer y le saqué una foto. Le dije que entendía lo que había hecho su madre porque sin el plato era un auténtico cayo y que mi novia y yo no necesitábamos ponernos el plato porque estabamos muy buenos de forma natural, pero que a lo mejor mi padre si, porque estaba feo ya con la edad.
Nos fuimos a dormir a una choza y a la mañana siguiente uno de los tipos de la tribu nos llevó en un jeep verde de segunda mano a nuestra casa en etiopía. El jeep al ser más ligero pudo pasar por el charco... vimos la excavadora y sólo quedaba fuera la pala. Es una pena, era una excavadora muy bonita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario