El caso es que traje $25.000.000 en una maleta negra para que dejaran a mi padre salir los sábados y un policía se equivocó y dejó salir a mi padre hoy, pero como hoy es Lunes, la policía comenzó a perseguirlo. Mi padre sabía que tenía que pedir perdon a George Bush por lo de la empanada de pulpo para que no lo mandasen a la silla eléctrica, así que cogió un vehículo que había en un parque y empezó a pedalear hacia la casa blanca.
La silla eléctrica es un dispositivo muy moderno que tienen en EEUU para freir el cerebro a la gente; Les ponen un casco plateado muy brillante, les amarran a una silla y un tipo con una capucha negra le da a un botón para que le parta un rayo al que está en la silla. A mi padre no le parece bien que le frían el cerebro porque dice que lo necesita para poder ir a trabajar a la cantera, y como le dije que el culpable de lo de la empanada llevaba los pantalones de George Bush, se dio cuenta de que su empanada no era la misma que la del presidente.

Cuando mi padre entró en el despacho de George Bush, no lo encontró, así que le preguntó a una tia que había que si en donde podría encontrarlo. Le dijo que el presidente estaba de vacaciones en su rancho de Texas, así que cogimos el metro y llegamos en seguida.
Entramos en el rancho, oimos unos gritos de desesperación y corrimos a ver que pasaba... Cuando llegamos vimos que el presidente había metido la cabeza en un pozo y como la tiene enorme, se le había quedado atascada con una piedra. Mi padre con gran valentía tiró de las piernas del presidente y me dijo que yo tirara de la cuerda del pozo para que el cubo lo fuera sacando poco a poco.
Al final se oyó un sonido seco como "POP!" y el presidente salió despedido varios metros. Entonces el presidente agradecido nos contó que se había acordado de que tiró la empanada de pulpo y los pantalones al pozo porque le dió un trabe chungo y los estaba intentando recuperar.

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