El caso es que estaba aquí aburrido jugando con unas piedras a los chinos yo sólo cuando alguien tocó la puerta. Pensé que sería el del mueble, así que le abrí. Era una tía buena que no parecía traer el mueble. Me dijo que se llamaba "Miss Etiopía" y que estaba en mi casa porque mi padre le debía dinero.
A pesar de que yo conozco a mi padre y se que nunca paga sus deudas, le dejé pasar. No sé de qué conocerá mi padre a la tía esa, pero está bastante buena. Le pregunté por qué le debía mi padre dinero y me dijo que no me lo quería contar, así que decidí enseñarle una foto de Gerarda para que viera lo buena que estaba mi novia.
Cuando vió a Gerarda saltó hacia atrás mientras daba un grito agudo e irritante y se golpeó con una madera que había rodando por la casa. Se hizo un chichón super ridículo en toda la cabeza, así que ya no parecía estar tan buena... Le dí una tirita que mi padre suele usar para un uñero que le salió cuando fué a EEUU y se la puso en la cabeza. No conseguimos pegarla porque se le pegaba al pelo y luego se le caía, así que traje la cremaque mi padre me dió para los mosquitos y se la eché en la cabeza cuando no miraba.
Cuando ella sintió esa cosa viscosa cayendole por la cara dio otro grito aún más irritante que el anteriór y se volvió a dar ooootra vez en la misma madera. El chichón era cada vez más grande y ya no sabía lo que hacer.
A mi no se me ocurría que más hacer, así que le ofrecí un poco de hamburguesa que nos dieron en EEUU ayer por si tenía hambre. Ella la rechazó, así que me senté a su lado y empecé a mirarla fijamente por si tenía ganas de hablar o algo.... mmm... no, parece que no tenía ganas de hablar.... pero por si acaso yo seguí mirándola.
Estaba un poco ridícula con ese bikini en medio de etiopía, así que pensé que a lo mejor le hacía
falta el dinero para comprarse ropa o algo, porque también llevaba una cinta blanca super cutre con su apellido bordado que no parecía abrigar mucho. Yo seguí mirándola sin decir nada y al cabo de 7 horas llegó mi padre y le conté todo.Mi padre le dió un maletín que trajo del supermercado con $1.000.000 y ella se fué sin decir ni adiós. Entonces pensé que como en Perú hay un lago cerca de la casa de mi novia, podría llevarle un bikini como el de la tia esa y bañarnos o algo, porque Gerarda me dijo que nunca se había bañado y tengo ganas de enseñarle a nadar.
La tía antes de irse me dió una foto con su teléfono por detrás por si algún día quería pedirle dinero prestado.
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