La escavadora de mi padre

Hoy mi padre ha ido al concesionario de Caterpillar aquí en Addis abeba a ver las excavadoras y se ha comprado una. Dice que le hace falta para ir a trabajar a la cantera, pero yo se que es mentira, porque lleva escarvando toda la vida con las uñas y nunca ha necesitado de una excavadora. Lo que ocurre es que Jhon, uno de sus compañeros de trabajo se ha comprado una y a mi padre le ha dado envidia.

Jhon es un tipo peculiar. Pasa 20 horas al día durmiendo en calzoncillos, y las 4 horas restantes va a dar una vuelta con su excavadora por la selva destrozando cualquier cosa que se ponga por medio. Como es hijo del dueño de la cantera, no hace nada nunca y cobra por no hacerlo. Además vive en una casa de madera que hay en el interior de la cantera. En la foto de la derecha sale Jhon para que lo vean.

Mi padre pasó todo el día corriendo con la excavadora por la selva intentando llegar a la velocidad máxima de 230Km/h que aparece en el folleto. Dice que la excavadora tiene una potencia de 1000 caballos y es un vehículo todo terreno que puede pasar por todos lados. Le saqué una fotos mientras pasaba a 140 por la selva.

Cuando se le pase la obsesión por su excavadora nueva la cogeré a ver si aprendo, que ya debería ir pensando en sacarme el carnet de excavadora. En etiopía sólo existen dos vehículos a la venta, excavadoras y Jeeps verdes super viejos de segunda mano con restos de todos sus anteriores dueños. Nadie sabe quien fué el dueño original de esos Jeeps, pero sólo los hay de segunda mano, aunque lo compres nuevo, que en ese caso es un nuevo Jeep verde viejo de segunda mano. También los hay descapotables porque la capota de tela se pudre y hay que tirarla.

Si consigo sacarme el carnet, me compraré una excavadora roja con ABS, limpiaparabrisas automático, cierre centralizado, pala de acero inoxidable y ranura PCMCIA en la que conectar una tarjeta de red inalámbrica para conectarme a internet y ver el correo desde la selva.