13 diciembre, 2007

Viaje al pasado

Hoy he estado pensando sobre todo eso de ser un ser atemporal que proviene del pasado, por eso decidí viajar al pasado y ver como era la vida de mi padre. La mayoría de la gente piensa que no se puede ir al pasado, pero en realidad no es tan difícil. Para viajar al pasado lo único que hay que hacer es superar la velocidad de la luz.

Un alemán llamado Einstein sabía que cuando las cosas aceleraban mucho, el tiempo se acortaba con respecto a los observadores que estaban quietos. Incluso se inventó unas fórmulas de dos o tres folios y se la enseñó a todo el mundo. Lo bueno es que cuando se alcanza la velocidad de la luz el tiempo del observador se congela y cuando se supera, simplemente se desaparece del espacio-tiempo porque el tiempo del observador retrocede. A eso se llama viaje en el tiempo.

Eso es algo que saben todos los etíopes. Lo malo es que ir más rápido que la luz es difícil. Mi padre me enseñó cuando tenía 13 años que para ir más rápido que la luz sólo hay que construir un cohete de 300 metros lleno de uranio, subirse encima y hacerlo explotar. El planeta se destruye cada vez que alguien viaja al pasado, pero no importa, porque como vas al pasado puedes solucionarlo luego. Así que compré el uranio a unos libios y me subí en el cohete. Siempre es bueno llevar un ancla para frenar si se llega a la época que se quiere, porque si no, se puede llegar al principio del universo y desaparecer.

Bueno, así llegué a la época de cuando mi padre tenía 12 años, un año antes de que se secuestrara a si mismo para crearme. Cuando llegué y todos vieron que era igual que mi padre me abrieron la puerta, luego les dije que venía del futuro para ver como era todo. Me dijeron que tenían un grupo de música en el que cantaban y que si quería participar, les dije que si y nos fuimos a un escenario de un programa de televisión. Nunca había estado en un programa de televisión. Tienen unos aparatos con los que sacan fotos que se mueven, pensé que cuando llegase a casa tenía que decirle a mi padre que comprara uno. Nos sacamos una foto. El de arriba a la izquierda soy yo y mi padre es el del centro. Los demás son unos familiares de mi padre.

Para volver al futuro no se conoce todavía un método rápido y seguro, así que como ya había hecho otras veces, me fuí a etiopía a donde debería estar mi casa y me puse a esperar. Allí me ví a mi mismo que estaba esperando de otra vez que también viajé al pasado. Me alegré porque así podríamos hablar y no nos aburriríamos tanto. El se quedó antes y tuve que esperar un par de años más hasta que llegó mi época. Entonces sólo tuve que asesinarme a mi mismo antes de hacer explotar el cohete y que así siguiera existiendo el planeta. Cuando vi a mi padre le conté todo y le enseñé la foto. Me dijo que se acordaba de todo eso.

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